Sara Nicolás

INTRODUCCIÓN DE VICTORIA GABALDÓN

 

Nos encantan las mujeres que empuñan sus cámaras y capturan la belleza de lo que ven, ya sea un parto, un cuerpo, una mirada, un paisaje o una gota de leche resbalando del pecho lleno de una madre a punto de amamantar a su hijo (encontrarás esta imagen un poquito más abajo, en esta entrevista). Esta imagen poderosa llamó nuestra atención cuando descubrimos a la fotógrafa Sara Nicolás (podrás encontrarla en Instagram, en su cuenta @formadellum). Detrás de ese pecho que aquí te enseñamos, encontramos una galería de imágenes que respiran cotidianidad, intimidad, amor y activismo. Sara está especializada en reportajes de nacimiento, familias. En la actualidad, está retratando a mujeres para hablar sobre las creencias limitantes, dando espacio a nuestra autenticidad y belleza.

 

Porque nos gusta hablar de miradas, nos gusta hablar de los ojos.

 

Nos atraen los instantes, las imperfecciones, las expresiones.

 

Nos gusta el grano de las imágenes, la saturación, el papel cuando lo hay.

 

Por eso y por mucho más, hemos hablado con Sara Nicolás, madre de un hijo de 3 años, para saber cómo encontró esa forma de mirar y retratar y qué papel juega su maternidad en su trabajo. A primera vista, no hay dudas de esta experiencia tan potente se refleja en cada una de las imágenes que toma, se correspondan o no con la maternidad.

 

Sara, además, ha dirigido el documental El part, motiu de creació social i artística: «Durante el mes de mayo del año 2018, nos reunimos un grupo de mujeres, enfocadas a la celebración del 20º aniversario de Migjorn. Nos propusimos hacer una búsqueda del parto dentro del arte… pero no resultaba fácil encontrarlo. Esta ausencia despertó el deseo de crearlo y, de aquí nacieron los «Momentos de creación» haciendo del parto motivo de creación social y artística. Los momentos de creación continuaron con este reportaje fruto de la exposición que se inauguró el 6 de marzo de 2020 en el centro cultural «El Casino» de Manresa, acompañado de un libro con todas las artistas y obras. Lo dejamos a vuestra disposición para que nuevas creaciones florezcan en nuevas primaveras y, que acompañen a las nuevas generaciones para que encuentren en el arte la belleza y la ternura del parto».

 

 

 

 

El germen de una pasión

 

A los 19 años inicié mis estudios de fotografía y desde entonces, nunca he dejado de disparar. La creatividad siempre ha estado presente en mi vida y sentí que la fotografía podría darme la oportunidad de inmortalizar aquello que observo y llama mi atención. Este recorrido no fue fácil porque muchas veces el resultado no era el que yo había sentido mientras lo fotografiaba. Siento que esta necesidad de transmitir ha sido el germen de mi pasión por la fotografía.

 

Hago reportajes de familia, nacimiento y retratos. También creo obras donde la mujer es la protagonista, para hablar de temas que quiero compartir y que siento que pueden generar un debate interesante y de cambio de paradigma.

 

 

 

¿Qué es lo mejor y lo peor de la maternidad para ti?

 

El primer regalo que me dio la maternidad fue sentirme más segura de mi misma y lo que peor llevo, es darme cuenta de que aquello que me molesta de mi hijo, es mío. Un gran maestro.

 

 

 

¿Cómo era tu trabajo antes de ser madre?

 

Antes de ser madre, llevaba 4 años de nómada por Latinoamérica. Cuando quería irme de un lugar, me iba y si me quería quedar, me quedaba. Después de la maternidad fortalecí mi pasión por la fotografía y se empezaron a abrir puertas. El cambio más fuerte, actualmente, ha sido el significado de la palabra compromiso.

 

 

 

¿Cual es la huella de tu hijo en tu trabajo?

 

Cuando mi hijo nació empecé a hacer un documental sobre la maternidad, donde quería hablar de lo silenciadas que nos podemos sentir si perdemos un hijo durante el embarazo o después de su nacimiento, de la incomprensión de sentirte infeliz durante la gestación o de cómo cambia la visión de nosotras mismas, desde que somos madres. Gracias a este proyecto, entrevisté una pareja de ginecólogos en Panamá que asisten partos en casa y con el consentimiento de una familia, fui invitada a filmar el parto de su tercera hija. Fue una experiencia maravillosa y supe que quería dedicarme a esto. Gracias a mi hijo descubrí esta pasión.

 

La manera de mirar a través del objetivo tras mi maternidad ha cambiado mucho. Siento que puedo mirar con más profundidad a quien tengo delante del objetivo, intentando capturar su esencia.